JUAN JOSÉ BAZ Y PALAFOX (1820-1887)

 

Político y militar Mexicano. Nació en Guadalajara.

A los 18 años se convirtió en seguidor del liberal Valentín Gómez Farías y desde muy pronto se manifestó favorable a la desamortización eclesiástica y al establecimiento de la tolerancia de cultos.

A los 18 años su familia se trasladó a la Ciudad de México.

 

En 1838 participò en la defensa de San Juan de Ulúa (Veracruz) durante la primera invasión Francesa.

Se graduó en la Universidad Nacional obteniendo el tìtulo de Abogado.

Participó activamente en 1847 en la defensa de la Ciudad de México, durante la invasión Estadunidense a México (1846-1848) en las batallas de Churubusco, Molino del Rey y Chapultepec.

 

Pedro María Anaya

 

 

Batalla de Churubusco, 20 de Agosto de 1847.

 

Derecha: General Pedro María Anaya, heroico defensor del Convento de Churubusco durante la invasión Estadounidense. "Si hubiera parque no estarían ustedes aquí".

Juan José Baz, como Gobernador del DF, participó en la batalla de Churubusco así como en las de Molino del Rey y Chapultepec.

 

 

 

En ese mismo año fué nombrado por primera vez Gobernador del Distrito Federal (26 años de edad) donde declaró la Ley de Amortización de bienes eclesiásticos reuniendo fondos para continuar la defensa del país; esta guerra causó a México el despojo de màs de la mitad de su territorio (9 estados de los EU se formaron a partir de aquella guerra).

                                                                         

Juan José Baz. Liberal radical que enfrentó las invasiones Francesa y Estadunidense y fué 5 veces Gobernador del Distrito Federal (1847, 1855, 1856-1857, 1861-1863, 1867).

 

En 1851, el Presidente Mariano Arista le nombró regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de México. Dos años más tarde fue desterrado por el Presidente Antonio López de Santa Anna y se dirigió a Europa. Regresó a su país en 1855, tras la victoria del Plan de Ayutla y la consiguiente caída de Santa Anna.

 

Después de ser nuevamente Gobernador del Distrito Federal (1855-1856), participó en el Congreso Constituyente de 1856 y 1857. Intervino asimismo en la Guerra de Reforma, resultando derrotado en la batalla de Salamanca, en Marzo de 1858, y poco después fue encarcelado por el presidente conservador Félix María Zuloaga. Pero logró escapar a Morelia, donde fundó el periódico La Bandera Roja. Por quinta vez desempeñó el cargo de Gobernador del Distrito Federal, poco antes de la ocupación francesa de Junio de 1863, pero a raíz de ésta se exilió en Nueva York e integró allì la junta de auxilios contra la intervención francesa, organizando una expedición que se dirigìa a Veracruz pero naufragó en las costas de Florida.

 

Retornó a su país años más tarde y participó junto a Porfirio Díaz en los sitios de Puebla y de la ciudad de México (1867) que supusieron el final del reinado del emperador Maximiliano I.

Cuando el Presidente Juárez regresaba del Paso del Norte a la Ciudad de México, él como Gobernador del Distrito Federal y el General Porfirio Díaz le entregaron la Ciudad de México al Presidente.

Antes de este encuentro con Baz y Díaz, Juárez había pasado por Querétaro y ahí vió el cadáver de Maximiliano, pues había sido fusilado unos días antes.

Porte de benito
 

Porfirio Díaz (izq.) había recuperado las Ciudades de Puebla y México derrotando a los simpatizantes del Imperio de Maximiliano.

En Cuautitlán, acompañado del Gobernador del DF Juan José Baz, entregó simbólicamente la capital del país al Presidente Juárez (15 de Julio de 1867). Derecha: carruaje en el que Juárez cruzó el país y al que no invitó a subir a Díaz ni a Baz.

 

También unas semanas antes Porfirio Díaz había recuperado la Ciudad de Puebla y posteriormente ocupó la Ciudad de México desde donde se trasladó a Cuautitlán a recibir al Presidente.

 

Juárez no invitó, como se esperaba, a subir a su carruaje a Díaz ni a Baz; este hecho le causó a Porfirio Díaz un gran desencanto (Díaz había luchado por 4 años contra el Imperio, había sido encarcelado y fué el militar de mayor éxito durante el Imperio de Maximiliano).

 

Tras ejercer por 6a.vez el cargo de gobernador del Distrito Federal, era miembro del Congreso cuando, en 1887, falleció en la Ciudad de México.

 

Una calle en Guadalajara y una plaza del centro histórico de la Ciudad de México llevan su nombre.

Juan José Baz y Palafox está sepultado en el Panteón Francés de La Piedad en la Ciudad de México.

 

Otros detalles de su biografía.

Cuando México alcanzó su independencia el 27 de Septiembre de 1821, Agustín de Iturbide finalizó su discurso inaugural desde Palacio Nacional con la siguiente frase: "ya conocéis la forma de ser libres, ahora os toca encontrar la forma de ser felices".

La realidad sería totalmente diferente.

México, con su 'maestra' España, no estaba preparado ni política, ni económica, ni mentalmente para interactuar en el mundo de su tiempo.

La nueva nación era como un cachorro arrojado a la jaula de los leones.

Los acontecimientos que México viviría en los siguientes 45 años así lo demostrarían.

Algunos de esos acontecimientos fueron las invasiones Española, Francesas (2), Estadounidenses (2) y los innumerables golpes de estado y guerras civiles.

Todos estos hechos 'curtieron' a algunos Mexicanos que nacieron a principio del siglo XIX y que más tarde conformarían la generación de la Reforma, aquella en la que destacaron Juárez, Iglesias, Zaragoza, Guillermo Prieto, etc.

Dentro de ese grupo Liberal habían diferentes ideologías, la moderados y la radical.

A éste último grupo pertenecía Juan José Baz y Palafox, nacido en Guadalajara, Jalisco en 1820.

Su padre fue Diego Baz (sepultado por cierto a un lado de la tumba de Juárez en el Panteón de San Fernando de la Ciudad de México), Español venido de Pontevedra, Galicia, quien se convertiría en uno de los hombres más acaudalados de la Nueva Galicia a finales del siglo XVIII.

Así, con un futuro económico asegurado, Juan José inició sus estudios de Abogado en la Universidad de México en 1838 por lo que su familia lo envió a la Ciudad de México.

Apenas llegado a ella ocurrió la primera invasión Francesa a México (1838) por lo que se afilió como voluntario al Ejército que partió a Veracruz a enfrentar a la escuadra Francesa.

Años más tarde, cuando los EU declaran la guerra a México en 1846, nuestro país no tenía los recursos económicos para enfrentar la invasión y había que conseguirlos de alguna forma, pues los Estadounidenses estaban ya ocupando Nuevo México y se aprestaban para invadir Coahuila y Nuevo León.

La única fuente de recursos posible era la Iglesia, pero su influencia en muchos gobernantes hacía imposible tener la solidez política para obtener de ella esos recursos.

Hacía algunos años se había publicado la Ley de Amortización de Bienes del Clero pero, como es costumbre hasta nuestros días, era letra muerta, pues nadie se había atrevido a aplicarla.

Con la invasión Estadounidense, la necesidad de su aplicación era vital para la defensa del país.

Así, el grupo Liberal encontró que la persona con el carácter suficiente para aplicarla era el joven Abogado Juan José Baz, de solo 26 años a quien el Presidente Mariano Paredes nombraría Gobernador del Distrito Federal.

Baz, se aprestó a solicitar a la Iglesia un préstamo forzoso de 20 millones de Pesos.

Durante los 18 meses que duraron los combates militares (Marzo de 1846 a Septiembre de 1847) Baz se mantuvo en su posición de Gobernador, pero no a la distancia, sino que participó con las armas en las defensas de Molino del Rey y Chapultepec.

En otras de las ocasiones en que Baz ocupó la Gubernatura del Distrito Federal, este Liberal siempre se distinguió por su exacerbado anticlericalismo que lo llevaron a conseguir el odio de los miembros de la Iglesia, quienes no dejaban aprovechar la oportunidad en los sermones de las misas para atacarlo. La frase 'hijo de Lutero' o 'hijo de Calvino' que por siglos equivalió a una mentada de madre, fué sustituida en ésta época por 'hijo de Baz'.

Siendo parte de esos Liberales radicales, Baz ordenó la desintegración de varios conventos y monasterios e incluso ordenó la destrucción parcial de algunos de ellos.

Una anécdota señala que cuando mandó demoler parte del Convento de Santo Domingo (en la Plaza de Santo Domingo, a unas cuadras del Zócalo), durante las obras aparecieron varias tumbas. Al abrir los ataúdes, varios de los cadáveres estaban momificados. Por ese tiempo estaba instalado en la Ciudad de México un circo de Texas quienes se interesaron por las momias para su espectáculo.

Aunque este hecho fué desconocido para el Gobernador Baz, las personas que realizaban las obras vendieron las momias al circo; semanas después, cuando el  circo había abandonado la Ciudad de México el Gobernador fué informado del hecho y de que, entre los cuerpos vendidos, estaba el de Fray Servando Teresa de Mier, personaje muy importante durante la Independencia.

El circo había viajado para entonces de Veracruz a Buenos Aires en donde estaba instalado; hasta allá fué una comisión a rescatar el cuerpo de Fray Servando.

Otra anécdota. Cada año, durante la Semana Santa, era la costumbre que el Obispo de la Ciudad de México invitara al Presidente de la República a la misa con la que se iniciaba la Semana Santa en la Catedral.

El Presidente Ignacio Comonfort recibió la invitación, como era costumbre, sin embargo la relación Iglesia-Estado estaba como desde hacía años en muy malos términos por lo que, para evitarse contratiempos, envió una carta agradeciendo al Obispo la invitación e indicándole que en su representación asistiría el Gobernador Juan José Baz.

Ignacio Comonfort, Presidente de la República. Baz lo representó en los eventos religiosos de la Catedral.

El Obispo recibió la carta y dió órdenes a quienes cuidaban la Catedral para que se impidiese la presencia de Baz, de quienes tantos malos antecedentes tenían. El Jueves Santo se presentó a la hora estipulada en la invitación al Presidente el Gobernador del DF, a quien no permitieron cruzar el atrio de la Catedral.

Baz les mostró a los vigilantes que él venía en representación del Presidente por lo que entraría a como diera lugar.

Como el paso le fué impedido nuevamente, regresó a sus oficpiéinas y trajo consigo su caballo, con el que logró entrar al atrio, al tiempo que otro grupo eclesiástico le impedía el paso a la puerta de la Catedral. Con su caballo enfrentó entonces a los vigilantes de la puerta, pudiendo colarse hasta dentro de la Iglesia con el cuaco.

Los sacerdotes increparon entonces a los feligreses a lincharlo, ante lo cual Baz ordenó traer cañones de Palacio Nacional y disparar al aire para dispersar a la multitud enardecida.

Editorial de 'El Economista Americano' de Nueva York a la muerte de Juan José Baz (Oct.de 1887).
 

                                                           JUAN JOSÉ BAZ, UN MEXICANO ILUSTRE

                         Extracto del Editorial de El Economista Americano, Nueva York, Diciembre de 1887 a la muerte de Juan José Baz.

México, el México vivo, el México que surgió en la sombra de 1857 con toda la fatiga y la gloria de la libertad, acaba de perder en el anciano Juan José Baz a uno de sus fundadores. La pasión de la justicia, que manda a unos morir, a otros aconsejar, a otros precipitar, a otros matar, Juan José Baz, enemigo formidable del despotismo eclesiástico, se hizo estandarte y brazo.

Cuando sus compañeros todavía estaban sentados, ya él estaba en pié, mesándose la barba, echando las palabras desmedidas, llamándolos cobardes.

Veía como ladrones a los que, encubriendo con la defensa de la religión su amor al poder, no pueden mantenerse en él sino sobre los despojos del ser humano. Para él eran los "pícaros" todos los enemigos de la libertad.

Cuando la Iglesia se negó a entregarle, un Jueves Santo, las llaves del templo, como símbolo de acatamiento del culto del Estado en que se practica, entró en el templo a caballo, y se llevó las llaves. ¡¡ Quién no escribe poemas en América, es porque no conoce a América !!

Amigo entusiasta a veces hasta la imprudencia de toda causa justa; joven constante, aún bajo sus canas, llano en el trato y más con los humildes.

Con acentos dignos de él y de la elocuencia Americana, se despidió Francisco Bulnes ante la Cámara de Diputados de aquél que, con sus exabruptos, con su lógica, con sus burlas, con su indómita fé, con su simple presencia le daba ejemplo de razón marcial.

"Recuerdo aún señores -decía ante la Cámara Bulnes- que hace 3 meses fué a colocarse junto a la tumba del Señor Juárez como poniéndose ya del lado de los inmortales. La petición solemne del Partido Liberal para que el Ayuntamiento de la Ciudad de México no violase las Leyes de Reforma fué redactada en su casa y él puso la primera firma. Yo tuve el honor de presentarle la pluma; la manifestación al Señor Juárez lo había conmovido, pero al leer la petición espetó '¡¡ siempre la Reforma !!'".

http://www.exilio.com/Marti/Nuestra_America/frame_indice3.html
 

 

--> Juan José Baz (1820-1887).

 

Mexican politician and military. Born in Guadalajara, Jalisco. At 18 years of age he became a follower of the libertarian Valentin Gomez Farias. He quickly was favorable to the ecclesiastic de-amortization and the establishment of cultural tolerance. About that same time his family moved to make residence in Mexico City.

  

--> In 1838 he was part of the defense of San Juan de Ulua (Veracruz) during the first French invasion. He obtained a bachelor degree of Attorney from the Universidad Nacional. In 1847, he was an active participant in the defense of Mexico City from the United States on the battles of Churubusco, Molino del Rey and Chapultepec(1846-1848). On that same year he was named Governor of the Distrito Federal (27 years of age). In that position he passed the law for ecclesiastic goods amortization, gathering funds to continue the country's defense. This war cost Mexico the lost of over half of its territory (which are now 9 states of the United States).

 

--> In 1851, President Mariano Arista named Regent of the city hall of Mexico City. Two years later, to exile by President Antonio Lopez de Santa Ana, he moved to Europe. He want back to Mexico in 1855, after the success of the Plan the Ayutla and therefore the downfall of Santa Ana.

 

Juan Jose Baz was Governor of the Distrito Federal from 1855 to 1856. He then was part of the Constitutional Congress on 1856 and 1957. He also intervened in the Reform war, being defeated in March of 1858 on the Salamanca battle. Shortly after, he has incarcerated by the conservative President Feliz Maria Zuloaga.

He escaped to Morelia, Michoacan, where he founded “La Bandera Roja” newspaper.

 

He was Governor of Mexico City for the fifth time, just before the French occupation in 1863.  After this he exiled himself in New York City where he organized the help against the French intervention. He also organized an expedition to Veracruz that shipwrecked off the Florida coast.

  

-Years later he returned to Mexico and participated with the General Porfirio Diaz on the occupation of Puebla and Mexico City (1867) which marked the fall of Emperor Maximiliano I.

 

Baz, as Governor of the Distrito Federal and General Porfirio Diaz presented Mexico City to President Benito Juarez upon his return from the north at the end of the French Invasion (1863-1867).

Prior to this encounter, President Juárez has seen the body of Maximiliano in the City of Queretaro where the former Emperor of Mexico was executed (May, 1867)

 

After being Governor of the Distrito Federal for the sixth time and being a member of Congess, he died in Mexico City in 1887.

 

One street in Guadalajara and a Square in the historical downtown of Mexico City bare his name.

 

 

Panteón de San Fernando en el centro de la Ciudad de México. En él están depositados los restos de los principales personajes Liberales y Conservadores de la Guerra de Reforma. Sus dos 'primeros habitantes' fueron Diego Baz y Bernando Baz, originarios de Galicia, España, hacendados de Jalisco y fallecidos en la Ciudad de México en 1824 y 1825.