Mucha gente, como siempre la gran mayoría que está mal informada, cuando escucha hablar de la Ciudad de México la asocia con su grandeza (en tamaño) y sus problemas tales como el tráfico, la delincuencia y el caos urbano.

Vista del Valle de México con Meshico-Tenochtitlan en primer plano.

Y sin duda que esas características son parte de su vida diaria, como cualquier ciudad de ese tamaño en el mundo.

Detalle de lo que fue la capital Azteca.

Sin embargo, la capital de México tiene también otras caraterísticas: una de ellas, la más trascendente, es ser la ciudad de América con mayor peso cultural, por mucho, que cualquiera otra ciudad Americana.

Vistas del mismo sitio: arriba, la capital Azteca (Mexico-Tenochtitlan) y abajo la capital de la Nueva España y después de México (la Ciudad de México). La vista inferior corresponde a un dibujo de mediados de la década de 1850.

La Ciudad de México es heredera del crisol de dos culturas muy ricas, la Mexica y la Española.

Así habría lucido la Ciudad de México en el siglo XVII.

Ambas vivieron en sus calles y plazas y de cada una de ellas, mantiene muchas de sus impresionantes construcciones y muestras de arte, urbanismo, escultura, etc.

Este mapa da una idea del tamaño que tenía el vaso lacustre del Valle de México viéndolo en un mapa del centro del país.

Los Mexicanos deben de estar muy orgullosos de la historia de esta ciudad, la única capital de América que se mantiene viva desde 1325.

               Centro de la Ciudad de México hacia 1855; la ciudad era y sigue siendo el centro cultural más importante de América.

A pesar de que la historia y lamentables decisiones han destruido una gran parte de su acervo arquitectónico, especialmente el que corresponde a su periodo Prehispánico (Mexica), lo que aun se conserva es impresionante, inigualable.

Cada una de las calles del Centro Histórico tiene miles de historias que contar. El Zócalo en los años 1940s.

Caminar por el Centro Histórico de la Ciudad de México acudiendo a sus edificios antiguos y templos aclararán hasta al más escéptico el tesoro histórico que guardan sus calles y construcciones.

Vista de la Catedral de México y la estación de los tranvías en la década de 1890.

Desde la entrada de Cortés y su acercamiento a Moctezuma (tal vez el más extraño acercamiento entre dos seres cuyas culturas eran mutuamente desconocidas entre sí, el más extraño acercamiento entre humanos en toda la historia), la destrucción de la capital Azteca, la llegada de la cultura Española, de ejércitos invasores, etc.