EL CENTRALISMO EN MÉXICO

Prácticamente todas las situaciones en las que vivimos tienen un antecedente histórico. El Centralismo en México encuentra también sus raíces en la Historia.

España es la creadora de México; México como entidad política no hubiese existido sin España. México es un engendro de España, creado con todas sus cualidades y defectos.

Carlos IV en pie Carlos IV, Rey de España. El poder político estaba totalmente centralizado en la figura del Rey.

España fué, desde su origen milenario hasta 1977, una nación centralista; su Historia se desarrolló entre Reyes y dictadores.

Ese, fué el sistema que por 300 años asimiló la Nueva España y las otras colonias Americanas de España y que se conservó con

pequeñas variantes al lograr nuestra independencia.

El Centralismo nace cuando no existen condiciones democráticas que ayuden a que el poder se distribuya, ya sea entre personas o entidades. Cuando no existe democracia, quien ostenta el poder controla todas las actividades políticas, económicas y militares para seguir conservándolo. La desconfianza lo obliga a mantener el control absoluto en sus manos. Ya que no hay formas honestas de delegar el poder, éste es 'repartido' bajo sumisión o condicionamiento. Esto, es lo que sucedió en México durante los primeros 170 años de nuestra vida independiente. Prácticamente todos los Presidentes llegaron al poder a través de golpes de estado o elecciones irregulares, por lo que la legitimidad para ejercer su cargo era nula y por ello tuvieron necesidad de sustentar su puesto controlando unipersonalmente la política, la economía y el Ejército.

       

Vista virtual del Valle de México en la época de la conquista y en la actualidad. La destructora mano del hombre es evidente (http://www.angelfire.com/jazz/bernaldiaz/mapas.htm).

Así, quienes ejercieron la Presidencia a partir de 1821, lo hicieron centralizando en sus personas todos los hilos de la conducción del país.

Ciudad de México, centro político, histórico, cultural y económico de México.

Siendo la Ciudad de México la residencia de los Presidentes, ésta controló política, militar y económicamente a todos los estados, ciudades y municipios de México.

A su vez, los Gobernadores ejercían exactamente el mismo control indiscriminado sobre sus municipios.

Ciudad de México. 'World Trade Center' (izq.), Central de Abasto y Zócalo (der.). Este monstruo urbano es resultado de decisiones de personas no nacidas ahí. De haber mantenido su ritmo de crecimiento natural la ZM de la capital tendría 2.1 millones y tiene 18 millones (2005). ¿ De dónde vinieron el resto ?

Esta, es la razón del crecimiento desmesurado de la Ciudad de México y de su liderazgo sobre el resto del país. Paradójicamente, quienes crearon las condiciones para implementar este Centralismo, fueron Presidentes cuyo lugar de nacimiento no fué el Distrito Federal; muy pocos Presidentes de México nacieron allí.

Así, entre los más destacados centralistas del país tenemos, por orden cronológico a:

Agustín de Iturbide: máximo concentrador del poder con su Imperio Mexicano (1822-23).

Origen: Valladolid (hoy Morelia).

Antonio López de Santa Anna: opositor a Iturbide pero creador de la República Centralista (1835).

Origen: Veracruz.

Porfirio Díaz: controló él solo al país por 30 años, delegó a sus amigos leales los Gobiernos estatales.

Origen: Oaxaca.

Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles: fundadores del Partido Nacional Revolucionario (hoy PRI) quienes concentran

el poder a través de instituciones controladas por el poder Presidencial y ubicadas, siempre, en la Ciudad de México.

Origen: Sonora.

Por fortuna, con los procesos electorales promovidos a partir de 1990, la legitimidad del poder ya no se adquiere a través de golpes de estado ni por elecciones dudosas, sino a través del sufragio efectivo, bandera política de Madero que cristalizó 80 años más tarde. Ahora, son los electores quienes dan sustento al poder y, así, éste puede ser delegado sin sumisión o condicionamiento a todas las entidades del país.

En 1990, por cada Peso que ejercía la Federación, los Estados recibían 40 centavos; para 1999, los Estados reciben 1.50. Cada día, más actividades son ejercidas por los gobiernos estatales y todo, gracias a un simple y complejo concepto: la legitimidad que al poder le otorga el sufragio efectivo.