LA DECISIÓN DE HIDALGO

Los primeros caudillos de la Independencia (Hidalgo, Allende, Abasolo, Aldama, Jiménez) iniciaron el 16 de Septiembre de 1810 una guerra, con la cual esperaban separar a la Nueva España del Imperio Español. Diversos acontecimientos hicieron que este primer grupo de Insurgentes tuviera una duración muy corta: 10 meses después del Grito de Dolores, todos habían sido fusilados (excepto Abasolo, que fué enviado prisionero a España); sus cabezas fueron colgadas con garfios en la Alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.

Uno de esos acontecimientos, definió no solo la suerte de estos caudillos, sino también la orientación política del movimiento independiente.

Después del triunfo Insurgente en Guanajuato, la muchedumbre que acompañaba a Hidalgo se dedicó a saquear la ciudad. Al contrario de Hidalgo, Ignacio Allende siempre fué partidario de organizar y adiestrar con disciplina militar al ejército Insurgente para evitar este tipo de desórdenes y mejorar su eficacia. Su formación militar así lo recomendaba.

Retrato al óleo de Ignacio Allende

Ignacio Allende y Unzaga. Por su preparación militar tuvo conflictos con Hidalgo acerca de la conducción del movimiento. Hidalgo integró a la muchedumbre al Ejército Insurgente mientras Allende era partidario de un ejército disciplinado y bien organizado. Derecha: vista actual de San Miguel El Grande (hoy San Miguel de Allende, Gto.) cuna de Allende y del propio movimiento de Independencia.

Durante los primeros meses de la campaña, Hidalgo tuvo el mando del Ejército; las victorias le acompañaron a pesar de sus errores tácticos-militares. Los triunfantes caudillos decidieron entonces avanzar desde Valladolid (hoy Morelia) a la Ciudad de México.

morelia

 

 

Catedral de Valladolid (hoy Morelia). Tras la derrota del Monte de las Cruces, Hidalgo dirigió a sus huestes hacia Valladolid. Allende hizo lo propio hacia Guanajuato. Posteriormente se encontrarían en Guadalajara en donde sufrirían la más trascendente derrota en la Batalla del Puente de Calderón.

 

 

Para finales de Octubre de 1810 habían llegado a la Sierra de las Cruces (para mayor referencia, es el actual límite entre el Distrito Federal y el Estado de México, adelante de La Marquesa); desde ese punto a 3,200 metros sobre el nivel del mar, tenía Hidalgo una visión clara del Valle de México y por ende de la Capital de la Nueva España. Allí celebraron una misa y se prepararon a enfrentar al Ejército que enviaba el Virrey para detener su marcha. Entre una densa zona boscosa se desarrolló la batalla (30 de Octubre de 1810); en poco tiempo los Insurgentes destrozaron al Ejército Virreinal y avanzaron hasta Cuajimalpa.

                                                                    

Batalla del Monte de las Cruces. Hidalgo y su ejército derrotaron al Realista que llegaba a marchas forzadas desde San Luis Potosí. Los Insurgentes tenían la Ciudad de México a la vista, la guerra podría haber terminado, pero Hidalgo decidió no atacarla.

La Ciudad de México estaba a su merced.

Un contingente realista había salido a marchas forzadas de San Luis Potosí para defender la Capital. Como cabeza del Ejército Insurgente, Hidalgo tenía la responsabilidad de decidir el rumbo de la campaña.

Dos razones le hicieron dudar sobre el ataque a la Ciudad de México:

- El que su Ejército (calculado en más de 80,000) ocasionara los mismos desórdenes que en Guanajuato.

- Que al instalarse en la Ciudad de México, pudieran quedar acorralados 'como en una ratonera'.

Allende recomendaba definitivamente atacar, pero Hidalgo decidió no hacerlo.

Vista del Valle de México desde el Poniente. Una visión similar tuvieron los Insurgentes antes de retirarse y no atacar la Ciudad de México. Esta decisión alargaría 10 años la guerra y daría un giro a la ideología del movimiento. Derecha: ciudad de Guanajuato, punto clave del inicio del movimiento insurgente.

Esta "simple" decisión cambió -para mal- el rumbo de la guerra de Independencia y del país.

1) Porque la ideología de los primeros caudillos era definitivamente Liberal, inspirada en los conceptos de Liberalismo de la Revolución Francesa, a

diferencia del grupo que la consumó -encabezado por el Michoacano Agustin de Iturbide- promotor del Centralismo totalitario.

2) Porque el país que imaginaban Hidalgo y Allende era una República Federal y no el Imperio Centralista que estableció Iturbide.

3) Porque esa indecisión de Hidalgo hizo que la victoria de los Liberales sobre los Conservadores ocurriera 57 años después con el fusilamiento de

Maximiliano (1867).

4) Porque tomar la Ciudad de México hubiera sido relativamente sencillo a juzgar por las decenas de miles de personas que conformaban su Ejército; la Ciudad

de México contaba en 1810 con 150,000 habitantes.

5) Porque la Guerra de Independencia pudo haber finalizado en 2 meses en lugar de 11 años.

6) Porque México se pudo haber evitado las guerras internas, invasiones extranjeras y despojos territoriales que le llevaron a vivir los peores 50 años de su Historia.

Todo, todo eso, pudo haber cambiado por la decisión de una persona.

Además, esta decisión llevó al primer Ejército Insurgente al fracaso; Hidalgo fué relevado del mando en Aguascalientes. Allende lo tomó, pero el Ejército estaba ya muy diezmado y no pudo organizarlo como él lo hubiera deseado. El momento de decisión, en Cuajimalpa, ya había pasado. Los caudillos fueron capturados cerca de Saltillo muriendo en la acción el propio hijo de Allende.

Hidalgo y Allende siempre compartieron la idea de que, quienes inician un movimiento de este tipo, difícilmente lo ven culminado. El tiempo les dió la razón. En la Ciudad de Chihuahua, para mediados de 1811, los principales jefes del Ejército Insurgente habían sido fusilados.

 

 

30 de Julio de 1811. Hidalgo es fusilado en la Ciudad de Chihuahua. Días antes habían sido ejecutados Jiménez, Allende y Aldama. En el Palacio de Gobierno de Chihuahua existe un nicho que indica el lugar preciso del fusilamiento.

 

 

Largos años tendrían que pasar aún para que la Nueva España se separara definitivamente del Imperio Español. El territorio que pretendían liberar se extendía desde la actual Columbia Británica (Canadá) hasta Yucatán; la Nueva España era una de las 5 naciones más extensas del mundo.

La decisión de una sola persona, pudo haber cambiado en mucho nuestra Historia. A pesar de sus errores, este primer grupo de héroes de nuestra Independencia merecen de sobra ser recordados como los forjadores del México independiente.