LA BATALLA DE RANCHO DOMÍNGUEZ (Los Ángeles, Alta California, México, 1846).

Con la intención de apoderarse de los vastos territorios del norte de México, el Presidente Estadounidense James Polk declaró la guerra a México a principio de 1846 e inició la invasión a México por el noreste.

Las noticias, como es de suponerse, tardaban semanas en llegar a algunos rincones del inmenso y deshabitado territorio norte de México.

Para los Californianos (Mexicanos todos) la noticia llegó a través de los propios invasores Estadounidenses quienes habían empezado a apoderarse de los puertos Mexicanos del Pacífico norte como San Francisco, MonteRey (California), Ensenada, San Diego y Los Ángeles.

Para el caso de la toma del 'Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles del Río Porciúncula', mejor conocido como Los

Ángeles, sus propios habitantes se encargaron de su defensa.

La escasez económica y de población hacía imposible pensar en que las autoridades AltaCalifornianas pudieran ofrecer una resistencia militar frente a los bien parapetados invasores.

El Gobernador de Alta California, cuya capital era MonteRey, había decidido, ante la invasión cambiar la capital a Los Ángeles.

Durante esos precisos días, el Capitán William Mervine tomó la población con facilidad (finales de Septiembre de 1846).

Los Californianos se reunieron ante la toma de su pueblo y decidieron expulsar a los invasores.

Rancho Domínguez. Con la idea de promover el poblamiento de la Alta California, el Gobierno Virreinal otorgó 37,500 hectáreas al soldado Juan José Domínguez. Su nieto Manuel construyó en 1826 esta casa que se mantiene en pié hasta la fecha. En ella se planeó la toma de Los Ángeles por parte de los Mexicanos.

Pero como carecían de tropa y armamento, se las ingeniaron para dar la batalla a los Estadounidenses.

Así, lidereados por José Antonio Carrillo, desde lo que hoy son las colinas de Carson City, los Mexicanos soltaron decenas de caballos levantando una gran cantidad de polvo mientras hacían disparos de cañón con los 2 únicos que tenían disponibles.

Vaquero    José Antonio Carrillo lidereó a los Mexicanos para recuperar la plaza de Los Ángeles.

La tropa Estadounidense, pensando que se estarían enfrentando a un gran ejército, se rindieron y entregaron la plaza a los Californianos.

Los invasores derrotados informaron de la situación al Capitán Fremont -que ya había tomado el control sobre San Francisco y MonteRey- y este decidió ir en su auxilio.

Semanas más adelante Fremont tomaría finalmente el Pueblo de Los Ángeles y casi 2 años después, después de decenas de batallas en el centro, norte y oriente de México y la toma final de la Ciudad de México por las tropas Estadounidenses, la Alta California junto con Nuevo México y Texas pasarían a formar parte de los Estados Unidos (ese territorio fue dividido por los Estadounidenses creando además Nevada, Utah, Colorado y Arizona).

(La nieta de Juan José Domínguez, dueño del rancho de 37,500 hectáreas -María Victoria- casó con George Carson en 1860 y a partir de entonces el rancho se llamó Carson dando origen más adelante a Carson City, California).

Placa conmemorativa que recuerda los hechos ocurridos en el Rancho Domínguez durante la invasión Estadounidense a la Alta California, México.

Es evidente que jamás habrá un monumento en Los Ángeles a estos esforzados Mexicanos que defendieron su nacionalidad y su tierra, pero también pueden crearse monumentos en la mente colectiva de las personas, en este caso de nosotros los Mexicanos.

Sin embargo, para desgracia de ellos, este 'monumento mental' tampoco existe.

Hay tantas cosas de nuestra Historia que desconocemos que harían que la visión de nosotros mismos fuera diferente.