EL TERREMOTO DE 1985. FALTA DE PLANEACIÓN

La mañana del 19 de Septiembre de 1985 la naturaleza les recordó a muchos Mexicanos que el centro del país está asentado sobre una zona volcánica y justo en la unión de dos placas tectónicas (la de Cocos y la de NorteAmérica).

Pero también les recordó sus innumerables deficiencias en prevención y planeación.

Hubo un segundo movimiento 36 horas más tarde de 7.3 grados Richter.

El movimiento fué tan brusco que el suelo se movió 60 cm.de su posición original.

Los daños por el terremoto se concentraron en Cotija, Calcomán y Lázaro Cárdenas en Michoacán, Ciudad Guzmán, Jalisco, y Chilpancingo e Iguala en Guerrero.

Pero por su tamaño y densidad poblacional fue la Ciudad de México quien más sufrió los efectos del temblor, cuya magnitud de 8.1 grados Richter resultó más severo por las condiciones propias del Valle de México, agravadas sensiblemente por la mano del hombre.

Los efectos en Tlatelolco (izq.)y Televisa Chapultepec (der.). El terremoto dañó también la colonia Roma, la Alameda Central y centenas de edificios.

Tradicionalmente la generalidad de los Mexicanos carece de conocimientos sobre previsión y planeación; su visión se limita al corto plazo, difícilmente va más allá.

El Valle de México es un ejemplo vivo de estas deficiencias.

Hasta el siglo XVI el Lago de Texcoco cubría el 70% de la actual mancha urbana de la Ciudad de México. A partir de entonces se inició su proceso de desecamiento que después de 250 años de trabajos contínuos lo llevó a desaparecer casi por completo (actualmente sobrevive solo el 0.3% de su extensión original, al noreste del Aeropuerto de la Ciudad de México).

Izquierda: Meshico-Tenochtitlan y los lagos que la circundaban. Derecha: foto coloreada del Canal de la Viga, 1899. 250 años de desecamiento ocasionaron que los lagos se convirtieran en canales. El Paseo de la Viga en 1905 conectaba a Chalco y Xochimilco con el Zócalo; en 1890 se inauguró un servicio de barcos de vapor.

http://www.mexicomaxico.org/Viga/LaViga.htm

Así, todas esas tierras antes sumergidas y no apropiadas para otro objetivo, se utilizarían para albergar al monstruo en el que hemos convertido todos los Mexicanos a la capital del país.

1957: un temblor ligero derrumbó al Ángel. La cabeza se dañó tanto que hubo que reemplazarla. A la derecha, cabeza original del Ángel que se exhibe en el Museo de la Ciudad de México, en la calle de Pino Suárez, Centro Histórico.

Adicionalmente a las condiciones del suelo y del subsuelo del Valle de México, la mano del hombre ha hecho su parte para deteriorarlo profundamente y agravar los resultados de un terremoto como el de 1985.

El crecimiento anárquico de la ciudad aunado a lo laxo de los reglamentos de construcción, a la descomunal extracción de agua del subsuelo y al desdén con el que hasta la fecha se ha olvidado la reinyección de agua a los mantos freáticos, han ocasionado que la Ciudad de México esté asentada en un polvorín que podría ocasionar una catástrofe mucho mayor a la que el temblor le causó.

Políticos insensibles e ignorantes del siglo XX frente a la cuestión ecológica y geológica de México fueron corresponsables directos de los graves daños en el lugar en donde se concentra el mayor porcentaje de la población nacional (recordemos que los políticos o gobernantes no son un grupo ajeno a la sociedad Mexicana, sino un claro reflejo de ella).

Como ejemplo del grave hundimiento que ha sufrido la Ciudad de México, observemos estas dos fotografías del Ángel de la Independencia. La de la izquierda, muestra al Ángel en 1910, año de su inauguración. A la derecha el Ángel en la actualidad. Obsérvese que las personas de la foto izquierda están al nivel de la calle y alcanzan la base del monumento. Ya que el Ángel está muy bien cimentado, lo que está a su alrededor se ha hundido. Por ello se tuvo que construir una segunda escalinata para llegar a él. El hundimiento alcanza 1.20 metros y sigue creciendo.

Aún cuando ha habido cambios a los reglamentos de construcción y mejoras en protección civil, el Valle de México se sigue hundiendo día tras día por la nula planeación en el tema del agua, la construcción sobre zonas declaradas como reserva natural y otras muchas.

El hundimiento tiene un límite y cuando éste se viole, el peso de la ciudad colapsará los drenajes y contaminará los mantos freáticos causando el mayor desastre en la historia del país.

Dibujo virtual de Meshico-Tencohtitlan antes de la conquista. Mapa que muestra la extensión de los lagos y la ruta de Cortés.

Por otra parte frente a la placa de Cocos (Guerrero) el Instituto de Geología de la UNAM pronostica un fuerte temblor pues desde 1911 se ha acumulado ahí mucha energía y no ha sido liberada.

Casualmente ese temblor de 1911 ocurrió el mismo día de la entrada triunfante de Madero a la Ciudad de México tras la salida de Porfirio Díaz del país. El temblor fué superior a los 7 grados y desde entonces no ha habido otro similar proveniente de esa placa.

En 1987 la UNAM instaló en la costa de Guerrero una alerta sísmica, única en el mundo, que avisa a los habitantes del Valle de México con 60 segundos de anticipación la llegada de la onda sísmica al centro del país.

El resultado del terremoto de 1985 causó la muerte de 10 mil personas, el colapso de las redes telefónicas de todo el país, 4 mil millones de Dólares en pérdidas y la destrucción de centenares de edificios.

Pero también recordó a los Mexicanos la necesidad de ser previsores y planear.

El México independiente ha sufrido muchos descalabros por esa incultura de planeación, prevención y la falta de un proyecto político, económico y, como en este caso, urbano.

Solo comprendiendo nuestras deficiencias seremos capaces de erradicarlas.